en busca de las pestañas que más vértigo me den
caminaré entre las montañas, taciturno y elegante
mi sentencia será la propia de un morador de pieles cálidas
y como un tuareg me dejaré arrastrar por las dunas de su pelo
seguiré gritando los mil insultos que los dioses se merecen
pues no quiero marchitar mis rodillas en un altar que no sea el de su cuerpo
mientras me queden fuerzas, mientras me sobre aliento
jueves, 30 de septiembre de 2010
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te leo como siempre
ResponderEliminary es un placer, fran
espero que te vaya bien y espero verte pronto, poeta!